miércoles, 5 de septiembre de 2012

Lúdica: comunicación de la felicidad

Hernando Mestre

La nueva economía en la Era del Conocimiento, manifiesta y requiere la importancia de la diversión no sólo en el trabajo, sino en el modelado mismo de un negocio o gestión.


El ser humano no se apasiona sentado durante 8 horas frente a un computador, o de pié frente a una máquina de producción en serie. La gente se emociona cuando siente diversión o afán de descubrimiento y se emociona cuando reconoce su propio alcance dentro de un sistema; la empresa puede aprovechar estos principios: 

  • Asociar la realidad experimentada por el colaborador con elementos positivos de percepción de reto y resultado que se entienden a la luz de un desarrollo de carrera 
  • Sorpresa y la diversión provista por la comunicación, acompañan y viabilizan períodos monótonos o atemorizantes, en los cuales no se presentan resultados, por ejemplo, dentro un proceso de cambio o dentro del cumplimiento de una meta de gestión. 
  • La diversión como estrategia no supone desenfoque en actividades improductivas; se expresa al hacer las cosas de otra manera y cultivar la estimulación mental. Oficios de alta concentración requieren, claramente espacios separados de interacción. 
  • Espacio para la elucubración. Ese tipo de proyección mental no sólo no distrae, sino que favorece la concentración, como bien lo saben los practicantes del Zen. 
  • Si el colaborador es consciente de la importancia de su labor para el devenir de la organización y de la sociedad, entonces, la motivación tendrá un nuevo punto de conexión. 
  • La gente busca diversión distractora, porque el trabajo no cumple esa misión. La diversión impulsa el trabajo y cumple con principios de Responsabilidad Social Corporativa. 
  • El tener objetivos claros en una reunión, el ser escuchados, el aprender algo nuevo, el ser reconocidos, incrementa la percepción lúdica en el colaborador: si el trabajo parece un juego, será más fácil que un colaborador se comprometa a hacerlo. 
  • La flexibilidad es la clave de la diversión y requiere análisis de procesos y rediseño a la luz de efectividad. Si no es necesario, por ejemplo, que una persona pase varias horas frente a una máquina, entonces, debemos establecer metodologías de trabajo que cambien la rutina. Es cierto que la mente necesita 5 minutos antes de poder enfocarse en algo, pero también es preciso anotar que una mente cansada y dedicada a una labor rutinaria, puede necesitar 5 horas para terminar lo que podría haber realizado en 5 minutos. 
  • Canales de interacción y efectividad previamente diseñados, es decir, una alta planeación de entorno, para que la espontaneidad del colaborador se encuentre con rutas que favorecen la conducción de su tiempo en labores productivas, que se presentan de manera agradable. Es similar a un automóvil, que puede llegar a un destino en corto tiempo, pero antes tiene que haberse diseñado y construido una autopista. Ello también es válido al fomentar una cultura de reunión efectiva, de círculos de calidad, de web 2.0 interna, etc.


La comunicación puede contemplar rompimientos programados de rutina sin atentar contra la gestión efectiva del tiempo. Se deben generar programas internos de comunicación que sorprendan y le impriman esencia de vida a la gente:
  • Aproveche las fechas especiales para que la gente juegue y proponga demostrando talentos que de otra manera no podríamos conocer. Lo más divertido para un ser humano es compartir con los demás la posibilidad de mostrar sus capacidades en entornos sorprendentes. 
  • Las reuniones efectivas y periódicas, también son un espacio potencial de lúdica competitiva. 
  • Rituales y diversión no deben ser visto como parte de la divergencia frente a la efectividad, sino asumidos, como parte de los procedimientos de productividad. Un ser humano debe trabajar en equipo para expresar su potencial. 
  • Cuando el reto es grande y la situación es difícil, se debe motivar con visualización de meta alcanzada, valoración de esfuerzo y anclaje emocional en principios aspiracionales de desarrollo humano. 
  • Diseño de plan que le permita al colaborador desglosar metas muy ambiciosas y exigentes en metas cortas que entreguen satisfacción y permitan la motivación permanente, misma que debe superar el reto del tiempo. 
  • Esas metas cortas, esos pasos previos, deben ser tangibilizados y reconocidos. 

No debemos dejarlo todo en manos de la templanza y resistencia de las personas dentro de un equipo de trabajo; la comunicación llega para disminuir el espacio de incertidumbre, con un lenguaje humano y experiencial que informa, conduce, guía y estimula, mientras divierte.
Existe una empresa que sabe manejar muy bien la cultura de la felicidad: Zappos, y su crecimiento es innegable, así como sus altos registros de innovación y competitividad.
Diversión no es distracción.