miércoles, 14 de mayo de 2014

Medios que estropean sus propios círculos: responsabilidad con la información


En la entonces griega ciudad de Siracusa, un soldado romano del ejército invasor, irrumpió en la habitación de Arquímedes. Con violencia, increpó al sabio anciano, quien estaba concentrado sus escritos, para proceder con el saqueo. Arquímedes simplemente se volvió hacia él y le dijo: "No estropees mis círculos". El soldado lo degolló, sin entender a quién había ultimado.

¿Será que estamos frente a medios tradicionales que se comportan como el soldado, en este caso contra el país y contra su propia permanencia como empresas de información?

Futuro de los medios tradicionales en Colombia

Es conveniente explorar inicialmente qué se espera de los medios de comunicación en sociedades que quieren acceder a sistemas de desarrollo sostenibles y vinculados al coconocimiento.

  1. Medios responsables y realmente interesados en ser sostenibles, no se convierten en áreas RRPP de los bloques económicos que los poseen. Varios países en el mundo prohíben que los propietarios de un medio sean bloques dedicados a otro sector o a varios sectores de la economía y de la política.
  2. Medios responsables y realmente interesados en tener público a futuro, entienden que sus clientes son sus lectoras y lectores y que ese público espera periodismo, no propagandismo, tal vez no hoy, pero sí mañana; sin embargo, lo que hoy hacen va formando una reputación.
  3. Medios responsables y realmente interesados en el país, no sirven de amplificadores lesivos socialmente para mensajes sin argumentación, sesgados y nocivos.
  4. Esos medios deberían investigar qué sucede en las campañas, deberían enfatizar sobre qué tipo de país nos ofrece cada candidato, deberían poner una silla vacía al candidato/a irresponsable e incapaz de poner en debate sus ideas.
Los medios oficiales tradicionales están perdiendo su sostenibilidad y su futuro, porque están perdiendo su credibilidad, capital máximo del periodismo. Están surgiendo medios independientes (como lo regulan las leyes de comunicación en otros países), como La Silla Vacía, Las 2 Orillas, Confidencial Colombia, que poco a poco están dejando atrás el anquilosamiento informativo de los colombianos con propuestas frescas de periodismo y pluralismo.

Sin embargo, en términos de la incidencia en la realidad, el factor tiempo es determinante. Titulares mañosos, antiéticos, siguen manipulando a un público poco educado, desde las salas de prensa de medios que se hasta hoy, se creían hegemónicos. Es importante anotar que el público en general es aún fácilmente manejable, porque no lee o aún no sabe aplicar términos básicos de comunicación como la Contrastación.

El lento pero inevitable despertar del público


El Odio, la Ausencia Ética y la Manipulación son más fáciles de replicar en un mundo interconectado, pero también son poco sostenibles, cuando las personas poco a poco aprenden a leer y producir información. Ese desarrollo de opinión argumentada no toma una semana, o un año, pero llega. Cuando la gente, alcanzando un volumen de masa crítica,  entienda que tiene el poder de aprender a informarse y de aprender a comunicarse y ser emisor, los medios inadecuados para el desarrollo, desaparecerán. Esa es la medida de su existencia.

Desde el público, se puede decir en propiedad que hoy posee sus propios medios (muchas veces no lo sabe o no lo sabe aprovechar); sin embargo algunas personas y comunidades organizadas de naturaleza ciudadana o incluso empresarial, ya saben contrastar, leer y hasta producir la información.

La mayor parte de la población lectora aún cae ingenuamente en polarizaciones basadas en subjetividades, agendas ocultas e intereses personalistas, terminando por ser siendo idiota útil de aquello que terminará por hacerle daño a ella misma. Pero la tendencia por definición no es estática, y la tendencia es que ello va disminuyendo. Cada vez más, como ya sucedió con otro tipo de empresas, la gente mira menos el producto y más al productor. La gente esperará cada vez mayor coherencia en la medida en que su entrenamiento comunicacional vaya avanzando.

La mayoría aún toma actitudes de vida y decisiones que afectan su presente y futuro, basada en una foto - bulo o en la opinión no argumentada de algún personaje público o de algún periodista lejano de la ética o del profesionalismo. Es un hecho que en términos poblacionales, el caer en esos trucos es connatural a la percepción compartida, incluso tiene explicación biológica, pero hasta cierto punto.

Hay gente que aún actúa con base en un titular malsano, que requeriría unos días de contrastación y seguimiento para una persona más capacitada en ese sentido. Pero también comienzan a aparecer medios que ayudan a hacer ese seguimiento, existen blogs reconocidos y hasta organizaciones empresariales o comunitarias que ofrecen ese servicio gratuito y facilitan la labor del lector que tiene poco tiempo o que ha desarrollado poco talento para informarse.

Pero ello irá mutando, las comunidades terminan por impulsar cambios, sobre todo cuando mejores periodistas, comunicadores, científicos, artistas, escritores, empresarios responsables, líderes sociales, consoliden su interconexión colaborativa en el seno tanto del público otrora simple lector, como de los medios más proclives a la mejora.

Cuando esas comunidades descubran en la vereda del frente un titular vacío o contradictorio que destruye sus círculos o que es simplemente aburrido, dirigirán su atención hacia quien tenga la deferencia de comunicar, no de manipular.