viernes, 15 de abril de 2011

@MARCA. 10 Consideraciones de Marca

Hernando Mestre, 2011


Todos los días, hay empresas que quieren desarrollar marcas nuevas, mejorar sus marcas actuales o incluso, convertirse como un todo, en una marca que respalde sus negocios; sin embargo, hay que tener en cuenta algunos puntos de consideración, antes de decidir el camino del branding.


Detalle del código de ética de empresarias, una aplicación de la marca de marketing social Fashion Express, desarrollada por el autor.  © Industrial y Comercial 3B S.A.






1. La marca es una decisión empresarial desde el interior hacia el exterior. 
Una referencia comercial no es una marca, es solamente un nombre y un logo. Una marca es una categoría de alcance cultural con significado intelectual, emocional y racional. Si aspira a tener una marca y los colaboradores no conocen su alcance, diferencial, promesa de valor, filosofía y posicionamiento, entonces no la podrán respaldar con comportamientos que le den alcance.

2. La marca es una decisión para tomar disyuntivas.
Una marca se basa en enfocar, perfilar y posicionar una propuesta. Si la gestión no es consecuente con los valores que le dan vida, no podrá ser sostenible en el mercado. El comprometerse con una gestión de marca, significa no contradecirla, especialmente desde el interior. Todas las acciones, mensajes, decisiones, sensaciones y aplicaciones deben agregar valor a la marca, y ello significa comprometerse sinceramente con seguir sus lineamientos.

3. La marca es un factor de calidad.
Las marcas ancestrales existían para garantizar un denominador de origen. Hoy es igual. El trabajar en posicionar una marca significa actuar de manera consistente, persistente y coherente para que las personas, cada vez que tengan contacto con nuestra oferta de valor, tengan una historia en su mente que le permita a la marca llegar con mayor probabilidad de éxito. 

El producto no es la marca, es solamente un conductor de la calidad ofrecida, es algo así como un souvenir de nuestra forma de ser como marca, una prueba de la admiración que hemos podido o buscado suscitar.

4. La marca es una historia verosímil.
Las marcas cuentan historias. La gente quiere satisfacer sus necesidades emocionales, pero también quiere sentirse bien, encontrando razones para adquirir algo. Por ello, deben existir componentes racionales que al final, son coadyuvantes de la emocionalidad. 

Finalmente, la gente no se quiere sentir "culpable" por pagar algo, y por ello, le damos razones sociales para hacerlo, con los componentes intelectuales de la marca.

Algunas marcas provienen de negocios creativos y complejos. Si contamos la historia de ese origen y alcance, sin procesarla en términos de tiempos, referentes y cultura de los públicos, perderemos esa ventaja competitiva. Las marcas de hoy no sólo deben decir la verdad, deben lograr que sea comprensible, que se convierta en una historia sensible.

5. La marca comienza en el público.
Hoy no funcionan los cónclaves de genios que salen cada cierto tiempo con una nueva creación. La marca es viva y como tal se alimenta del público, quien está dispuesto a ayudarnos a mejorar, si les damos canales ascendentes y reconocimiento. 

Debemos ser transparentes, pero ello no significa contarlo todo, sino saber contar aquello que es relevante para los públicos, de manera que no lacere la necesidad competitiva de una marca.

6. La marca transporta ideas, y desarrolla sociedad.
Hoy, las marcas son sociales. Conducen siempre elementos gratuitos, normalmente entregados en términos de aporte social informativo y formativo. La gente no acepta el mercantilismo, pero sí está dispuesta a pagar por algo que le dé valor humano a su propia personalidad, al tiempo que apoye la gestión responsable del planeta. Una empresa que sea "atrapada" en manejos irresponsables, perderá valor y eventualmente, puede salir del mercado. El tema de la reputación, la marca y la acción están muy relacionados. 

BP, es un ejemplo de cómo una acción no responsable no sólo la sacó de la carrera por la reputación (era antes una de las empresas petroleras más admiradas), sino que la tiene enfrentando una época de crisis, porque no tiene respuestas frente a comunidades y entornos naturales afectados de forma irreversible.

7. La marca materializa conceptos de gestión complejos.
Hoy, que vivimos en un mundo en cambio (crisis de países "ricos" y aparición de economías emergentes), los negocios son cada vez más parecidos a los sistemas vivos, y por lo tanto son complejos. 

La gente no los comprende con facilidad, y aunque esos negocios puedan ser reflejo de una economía que piense en la sociedad, es necesario que la marca simplifique su historia, sin desubicar o limitar al negocio: ello requiere maestría en la gestión de equidad de marca.

8. La marca de hoy sabe comunicarse y es una personificación de liderazgo.
La emocionalidad humana no ve a las marcas como entes de gestión sino como personas que puede o no querer. Manejar los canales de comunicación requiere el cuidado de agregar valor, de construir una historia, de evitar contradicciones. 

El cliente es libre de rechazar lo que desee, y por ello, debemos estructurar canales que nos permitan llegar con mensajes y acciones al espacio donde viven los públicos. No se trata hoy de imponer ideas, sino de encontrar a aquellos que ya las necesitan (aunque no lo sepan). 

Ello requiere dominio del manejo de ubicación de tendencias, de la web 2.0. No queremos comunicación unidireccional; se hace necesario hacer del cliente un actor integral de las soluciones: una verdadera marca sabe dialogar y escuchar, porque la gente quiere relaciones humanas.


Una contextualización del liderazgo se puede ver aquí para entender el sistema del


9. La marca de hoy no le habla a todo el mundo. 
Si no se aplica la presión en un rango enfocado, no podemos entrar a un mercado. Debemos, por tanto, perfilar, y encontrar el público objetivo que necesitamos. Ubicar líderes vanguardistas, seguidores y rezagados, pero también catalizadores y voceros. Si le hablamos a todos, es para cultivar a nuestro seguidor ideal, a nuestro meta-público, quien nos evidencia el camino a seguir, si tenemos nuestros canales de diálogo abiertos.

10. La marca es una conversación.
Hacia afuera diálogo, hacia adentro valores y gestión coherente, dinámica, rápida y estandarizada para disponer de un cimiento que permita fundamentar los procesos de innovación.

Las empresas deben ser estrellas que brillan en la mente de las personas. De no ser así, desaparecen.